Mundo Ibérico

Los íberos eran las gentes que habitaban las costas del Levante, desde las costas gaditanas al sur de Francia, a la llegada de los Escipiones a España en el 218 a.C.

Cuando hablamos de los íberos, nos referimos al conjunto de pueblos que habitaron la parte oriental de la Península entre los siglos VI y I d.C., con rasgos similares entre ellos, como evidencia la cultura material, la escritura y la iconografía, si bien, teniendo en cuenta las diferencias culturales que en cada región pudieron darse, según el sustrato cultural inmediatamente anterior a la plena formación socio-ideológica de estos pueblos.

El marco geográfico de expansión de esta cultura abarca desde el Sur de Francia, hasta el Mediodía de la Península Ibérica, adentrándonos hacia el interior por los valles de los ríos Guadalquivir, Ebro, Júcar y Segura, e incluso llegando a zonas de la Meseta Sur.

Dentro de los íberos encontramos diferentes pueblos, y los contestanos eran los que habitaban la Región de Murcia, parte de Almería y Alicante.
La costa por lo general no encontramos presencia íbera, pero si en las zonas fluviales, desde el siglo V a.C. hasta la romanización.
Mediante el comercio que generaba estas nuevos contactos, y la a culturización de la aristocracia local, se fue creando una red de comunicaciones, que giraban en torno a la Vía Heraclea.

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(Foto fuente: revistagrafos.wordpress.com)

Es una sociedad de la Edad del Hierro, caracterizada por vivir en poblados en altura, sin ninguna cohesión política. Sus poblados nunca están a más de 120 km de la costa. A partir de esa frontera se conocerán como celtíberos.

Tenían escritura desde fechas muy tempranas, antes del siglo V a.C., aunque aún sin descifrar. Sus poblados se articulaban en torno a las grandes vías fluviales, siendo el Río Segura y sus afluentes la principal.

Debemos tener en cuenta un hecho fundamental en esta gestación de la cultura íbera: la enorme influencia que los pueblos colonizadores de la Edad del Hierro en la Península Ibérica, dejaron en cada una de las regiones de Iberia. Estos pueblos eran los fenicios, que marcaron su impronta en la zona meridional de la Península, ayudando a crear una cultura, a la que a juzgar por los matices estilísticos que presenta, se la ha denominado Orientalizarte, precisamente por los contactos e intercambios que con la llegada de este pueblo comerciante se dieron.

Otro de estos colonizadores son los griegos, donde su influencia se ha dejado notar más intensamente en la zona Noreste y Levante, lugar de asentamiento de éstos, con enclaves como Emporion, Rosas o Hemeroskopeion.

Más tardíamente, con la caída de Tiro, metrópoli de las colonias fenicias, la mayor de éstas, Cartago, ocuparía el papel de los tirios, ocupando y creando nuevos asentamientos, pero esta vez con un marcado carácter colonizador imperialista, sobre todo en época de los Bárquidas.

La influencia de los púnicos se hará notar sobre todo en el Sur y Sureste, constituyendo muchas de las características que la sociedad ibérica reflejaría sobre los siglos IV y III a.C.

Finalmente, la llegada de Roma, a raíz de las Guerras Púnicas, marcará el punto de arranque de la época de esplendor de la Cultura Ibérica, ya plenamente desarrollada y con un alto grado de complejidad social e ideológica.

Resaltar el papel que jugó don Emeterio Cuadrado en la definición de esta cultura a raíz de sus trabajos en la necrópolis ibérica de El Cigarralejo.

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(Foto fuente: regmurcia.com)